Cuando padres o educadores de niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) reciben el diagnóstico, deben tener en cuenta que sólo ha recibido información sobre “una característica” del niño. Conocer los problemas y dificultades que conlleva el TDAH en el niño y todos los aspectos aptitudinales y temperamentales de este, es una condición imprescindible para educarle bien, enseñarle y posibilitar un adecuado desarrollo personal, escolar y social.
¿Cuáles son las principales dificultades de los niños con TDAH?
Los niños con TDAH tienen dificultades generalizadas para mantener y regular la atención, y una actividad motora excesiva (hiperkinesia o hiperactividad). Secundariamente, manifiestan un notable déficit de reflexividad, es decir: poco tiempo dedicado a tareas cognitivas.
Estas características conllevan que los niños con TDAH posean dificultades en la adquisición de los diferentes aprendizajes, ya que éstos requieren de procesos atencionales. Evidentemente, los aprendizajes que se ven más afectados son los de naturaleza cognitiva, ya que éstos precisan de mayor atención sostenida y relevante.
Igualmente es normal encontrar en niños con TDAH: problemas de ansiedad, rabietas, miedos, baja autoestima y trastorno de oposición.
En cualquier caso, debemos tener en cuenta que el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, no consiste en una lesión o un tumor cerebral, no se cura y no tiene relación con la Deficiencia Mental: hay niños con trastornos por Déficit de Atención e Hiperactividad muy inteligentes, como los hay de inteligencia media y baja.
Las principales dificultades a las que se enfrentan los niños con TDAH son:
- Dificultad para mantenerse sentados y/o quietos en una silla.
- Dificultad para resistir a la distracción.
- Dificultad para mantener la atención en una tarea larga.
- Dificultad para atender selectivamente.
- Actividad motora excesiva o inapropiada.
- Dificultades para organizar tareas y actividades.
- Dificultad para acabar tareas ya empezadas.
- Incapacidad para inhibir conductas: dicen siempre lo que piensan, no se reprimen.
- Incapacidad para aplazar actividades gratificantes: no pueden dejar de hacer las cosas que les gusta en primer lugar y aplazan todo lo que pueden aquellas tareas que requieren un esfuerzo mental por ejemplo deberes y obligaciones.
- Impulsividad cognitiva: precipitación, incluso a nivel de pensamiento. No piensan lo suficiente antes de actuar, no prevén, e incluso contestan a las preguntas antes de que se formulen.
- Por su comportamiento es frecuente que tengan dificultades para llevarse bien con otros niños y establecer relaciones sociales
Diagnóstico TDAH. Tratamientos e intervención
La detección temprana del TDAH es muy importante. La mejor intervención y ayuda para un niño con trastorno por déficit de atención e hiperactividad es detectarlo lo antes posible. Una vez detectado podremos poner soluciones, consiguiendo el bienestar y desarrollo correcto del niño en todos los aspectos, reduciendo los efectos negativos del TDAH.
El diagnóstico especifico de TDAH debe ser realizado en un centro especializado y con experiencia. En este tipo de centros, cuentan con equipos profesionales quienes: realizan el diagnóstico, informan sobre los diferentes tratamientos e intervenciones que existen y ayudan al niño y la familia de forma eficaz. Los fármacos a veces son imprescindibles, pero tenga en cuenta que si desea que el niño avance adecuadamente siempre es necesario:
- Ayudar al niño/a para que desarrolle estrategias para afrontar las dificultades del TDAH y potenciar sus aspectos positivos.
- Realizar una intervención psicopedagógica que le ayude a:
- Mejorar el rendimiento académico de las diferentes áreas.
- Trabajar los hábitos que fomentan conductas apropiadas para el aprendizaje: manejo del horario, control de la agenda escolar, técnicas de estudio: prelectura, lectura comprensiva y atenta, subrayado, resúmenes, mapas sinópticos, esquemas…
- Elaborar y enseñar estrategias para la preparación y elaboración de exámenes.
- Mejorar la autoestima en cuanto a la competencia académica y aumentar su motivación por el logro.
- Enseñar y reforzar conductas apropiadas y cumplimiento de tareas.
- Reducir o eliminar comportamientos inadecuados como conductas desafiantes o malos hábitos de organización.
- Orientar y enseñar a los progenitores “habilidades” parentales que les ayudaran a afrontar los problemas del día a día.
- Realizar diferentes entrenamientos o programas para conseguir que el niño mejore su capacidad de atención, reflexividad y nivel de autoestima.
Según las dificultades, también pueden ser necesarios o recomendables:
- Programas de entrenamientos de habilidades sociales para que el niño/a mejore sus relaciones sociales.
- Técnicas de modificación comportamental para conseguir que el niño/a se comporte más adecuadamente.
- Terapia Familiar.
Consejos para enseñar y educar a niños con TDAH
A continuación indicamos las principales recomendaciones generales, que posibilitaran, educar y enseñar a niños con TDAH adecuadamente:
- Organización: los niños con TDAH necesitan especialmente un ambiente ordenado y organizado: horarios de comida, sueño, estudio y esparcimiento deben estar ordenados razonablemente.
- Siempre que deba dar indicaciones al niño, dé instrucciones cortas y de una en una.
- Traslade al niño normas y límites claramente definidos.
- Indique al niño/a precisa y concretamente, qué comportamientos son aceptables y cuáles no. Confirmen que el niño lo entiende y sabe que conductas puede o debe realizar y cuáles no.
- Ayude al niño a seguir las normas. Por ejemplo si está tratando que el niño aprenda respetar una regla específica puede: colocar carteles recordatorios, explicarle cuál es el comportamiento correcto, ejecutarlo usted mismo como demostración y pedir que lo reproduzca. Debe insistir alabando al niño cuando realice el comportamiento de forma adecuada, hasta haber moldeado la conducta.
- Establezca consecuencias positivas o negativas claramente en función de los diferentes tipos de comportamiento. El niño debe saber con exactitud cuáles serán las consecuencias de sus conductas.
- Recompense al niño frecuentemente y de forma cercana al momento en que ha tenido un buen comportamiento. Prefiera las recompensas (¡Qué bien lo has hecho!) a los castigos (¡Nunca vas a cambiar!). Premie y aliente, más que corregir y castigar.
- Si tiene que reprobar una conducta, ponga en práctica formatos positivos. Por ejemplo, en vez de decir: “No grites” o “No hables en ese tono” es aconsejable decir: “Seguiremos conversando cuando me hables respetuosamente”. Una vez que el niño realice el comportamiento correcto, reconózcalo y felicítele.
- Si el niño tiende a ser oposicionista y argumenta en exceso en vez de seguir instrucciones; tome distancia, mantenga la calma y no negocie.
- Mantenga la calma: conozca cuáles son los comportamientos del niño y situaciones que lo perturban más y desarrolle estrategias para afrontarlas. La ira en vez de disuadir ciertos comportamientos tiende a potenciarlos.
- Enseñe al niño a:
- Utilizar la agenda. Supervise y aliente su uso.
- Organizarse, dividiendo las tareas en partes que él pueda manejar. Por ejemplo si un niño debe hacer una tarea tediosa que lleva 45 minutos, puede ser apropiado dividirla en tres partes con pequeños y breves descansos. Supervise estrechamente.
- Establecer prioridades en base a un criterio eficaz. Normalmente, los niñ@s con TDAH cuando tienen más de 3 o 4 tareas a ser ejecutadas pueden presentar problemas en hacer un plan y ejecutarlo ordenadamente.
- En el hogar es necesario un lugar tranquilo despejado de distractores para estudiar: nada de televisión, música, móvil…El escritorio puede estar contra una pared y allí debe estar su horario escolar, su agenda y recordatorios escolares.
- Sea constante. Siempre será necesario control, dirección y supervisión estrecha. La mayoría de los niñ@s con TDAH responden muy exitosamente, si se controla y refuerza su comportamiento.
- Evite ser superprotector y no se deje manipular. El niño/a con TDAH tiene unas normas y responsabilidades que cumplir, igual que otros niños.
- Dele pequeñas responsabilidades que pueda ir realizando.
- Regule la cantidad de tiempo en que tiene acceso a la televisión, internet, vídeojuegos o móvil. No se deben prohibir pero si establecer un límite horario.
- Fortalezca la autoestima del niño, destacando las cualidades positivas.
- Sea objetivo: tome conciencia de las capacidades reales del niño en cada momento y contribuya para mejorarlas.
- ¡Busque ayuda! Tenga en cuenta que ayudar, educar y enseñar a un niño con TDAH requiere unos conocimientos y habilidades en diferentes áreas y campos. Solicite ayuda a un centro que cuente con profesionales con adecuada formación y experiencia en niños y jóvenes con TDAH, quienes le ayudarán y asesorarán de forma correcta desde el primer momento.
¿Dónde solicitar ayuda si tiene un hijo/a con TDAH?
En Educa Integral, desde el año 2007, nos hemos especializado en el diagnóstico, intervención y ayuda escolar; de niños y jóvenes con TDA Ó TDAH, desde muy temprana edad.
Nuestra pasión por la educación, la psicopedagogía, la psicología educativa, infantil, juvenil y familiar; un especializado equipo profesional en formación continua y los mejores programas y herramientas educativas, pedagógicas y psicológicas; nos permite siempre conseguir los mejores resultados.
¡Ayudamos y orientamos a las familias y a cada niño o joven a superar sus dificultades personales, educativas y/o sociales; descubrir y desarrollar su potencial!
Educa Integral
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